El 135 STF.

Abriré este blog hablando de una herramienta excepcional, de esas que hay pocas y que nos hacen rompernos la cabeza, que nos vuelan la mente tratando de encontrarle un sentido mas práctico y explotar su fabulosa originalidad. Cuando decidí entrarle duro a este mundo de la foto, dejar la costumbre de buscar los buenos encuadres, por dedicarme a encuadrar mi vida en 3:2, me vi en la engorrosa disyuntiva por la cual pasamos todos los fotógrafos en algún momento, ah, y que si ya vas a echar toda la carne al asador, pues peor, porque no nomas vas a irte por un lado o el otro, vas a entrar a toda un selectísima comunidad de, no tan selectos millones de aguerridos defensores de su decisión. Podría armarse la tercer guerra mundial si estos bandos se salieran de control, así de fácil. Dios nos libre. Nikon o Canon.. tómala.

Desde que la vida me llevó a tomar decisiones, pocas veces fueron convencionales, mis primeros pesos ($) ganados a pulso a base de favores, sonrisas, ojitos coquetos y alguna que otra promesa de portarme mejor, se fueron íntegros a comprarme una chulísima corbatita cafe-gris, de esas para niños, las de broche de plastiquito, esas. Yo sentía la necesidad de diferenciarme de los demás a punta de...lo que fuera. Así seguí y no se me ha quitado. Después de pasar por pelos de colores en mi pubertad a cosas mas o menos extravagantes en todo este proceso, he llegado a cierta edad y posición en la escalera de la vida en la que ya mis revelaciones son poco menos escandalosas, por decirlo de alguna sana manera. Sony...tómala otra vez. 

La banda de Canon dice que sus cámaras sacan fotos de color bien precioso, aja. Los de Nikon que tienen una calidad de imagen excepcional, uuuyyy. Pues si, las 2 están padrísimas y la calidad de sus lentes es increíble, que si el Tilt & Shift en 24, 45 y 85mm en Nikon, y los fabulosos primes a 1.2 de Canon, 5D Mk 1,2,3, Nikon D800 con y sin anti aliasing de 36 megapixelotes, bueno, maravilloso todo el show, pero hay otros que quieren entrarle a la fiesta.

En 2006 Minolta es comprada por Sony, este denomina Alpha a su linea de cámaras reflex y entonces ahora si es cuando ya puede entrar a jugar con un poco mas de idea de lo que se trata todo este merengue. Sony había intentado en repetidas ocasiones revolucionar el mundo de la fotografía con cámaras raras en su mayoría, unas de formas feas y otras horribles, con formatos de archivos extraños, diferentes al resto. Varios años lleva Sony en una alianza fructífera con el maravilloso fabricante de óptica Zeiss, que ya de por si nomas de oír el nombre se me pone chinita la piel, ahora que cuando me doy cuenta que puedo hacer lo que hago  a través de tan delicado instrumento de precisión, justifico mi decisión con mas fervor. No ha sido fácil.

Llevo un tiempo ni largo ni corto utilizando Sony como mi herramienta para hacer foto, cada vez que veo, oigo, leo a un grande de la lente, o Nikon o Canon y quieras que no, pega, prueba mi temple, cala. Hace mas o menos 6 meses en una de mis clavadeces, ah! porque les cuento, yo soy un fotógrafo perfeccionista, técnico, purista, me gusta que mis imágenes sean perfectamente imperfectas, que tengan ese aire de cotidianidad genial pero que técnicamente el 2+2 ni menos ni mas que 4, entonces, ahí andaba pegado estudiando, comparando, viendo tablas, analizando gráficas, fotografiando ladrillos, ya saben, todas esas locuras que te llevan nomas a frustrarte porque la perfección no existe, eso es lo que dicen y comprobado lo tengo, cuando apareció la descripción de un lente Sony, el 135 2.8 (t4.5) STF. Oh my God! 

Uno de los caprichos fotográficos mas aclamados, buscados, y hasta cierto punto (no me echen piedras) sobrevalorado hoy por hoy y desde hace bastantito es el ¨bokeh¨, palabra en japonés que significa borroso, tal cual. Esas fotos en donde el sujeto sale perfectamente definido y lo de atrás se ve borroso, que le da cierta tridimensionalidad sacada de un sueño, que cuando está bien logrado incluso parece que el fondo fue pintado al acuarela, bueno pues eso, cuesta. Cuesta hacerlo bien, se necesita usar la técnica correcta, un sujeto interesante, creatividad, lentes, tipo de cámara, tamaño del sensor, etc, muchas variables. Ahora, dentro de todas estas variables existe este instrumento creado con solo un objetivo en mente, crear el mas suave, exquisito, cremoso, delicado bokeh jamás imaginado. El Sony 135 2.8 (t4.5) STF es una pieza heredada de Minolta, extremadamente bien construida, de funcionamiento refinado pero caprichoso, de peso completo, frío metal, gran cristal rojiverdoso, no tan funcional en el sentido práctico pero embriagantemente exquisita. Se le considera por la gente que sabe como el lente mas exótico que existe para cámara SLR, y eso mis queridos lectores, eso de ser exótico es lo mío. No tardé en hacerlo parte di mi egolatra colección, al costo que fuera, era la razón perfecta para levantar la frente y poder decir, aqui mis chicharrones truenan parejo y sabroso.

Un lente para cámara fotográfica tiene un diafragma conformado por varias cuchillas que cierran o abren para dar paso a la luz, la imagen esta conformada por luz y esta apertura permite la exposición correcta de la imagen, en el caso de la joya protagonista del monólogo, tiene 2 diafragmas, uno de ellos conocido como elemento de apodización que se antepone al diafragma convencional. Este elemento de apodización lo que hace es ¨romper¨ los contornos, ¨desenfocar¨el desenfoque, bueno, que cosa. Tanta belleza podría parecer vulgar incluso para uno que otro ojo bien entrenado.

No es mi lente mas utilizado, tampoco el menos, si es el menos practico, con distancia focal de 135mm en full frame o equivalente a 202mm en sensor crop es muy largo, para hacer un retrato tienes que estar a no menos de 12 metros, el enfoque es exclusivamente manual y no se comunica con la cámara para mucho, no es cooperador por decir lo menos, pero una vez que observas los resultados, entiendes la razón de ser de esta pieza, y aquí entre nos, agradezco que seamos tan pocos los que lo conocemos y menos los que lo hemos hecho nuestro.

Bokeh.jpg